4º DÍA: La última ocurrencia de Belloch para construir vivienda en el recinto de la Expo

La última “bellocada” lanzada por el alcalde de Zaragoza sobre la construcción de vivienda en el recinto de la Expo puede condenar a la ruina definitiva al Ayuntamiento. Quiere construir viviendas en ste  recinto donde los vecinos y la ciudad saben que va un parque, a pesar de que el acuerdo firmado en diciembre de 2004, tiene una clausula que penaliza al consistorio si decide construir vivienda. El Tribunal de Cuentas en su informe sobre las irregularidades de la Expo dijo, precisamente, que lo que sí hizo bien el Ayuntamiento fue ahorrarse 8 millones de euros en la compra de los terrenos. Y se ahorró este dinero porque los propietarios decidieron vender ‘más barato’ al comprobar que el Ayuntamiento sólo iba a destinar los suelos a edificar equipamientos, no a construir pisos.

Decía que en el contrato de la compra de los terrenos se fijó  una clausula por la que se obliga al Ayuntamiento a pagar la indemnización correspondiente a los 110 propietarios del suelo, en el caso de que el consistorio decida no cumplir las condiciones del contrato.  No fue un error no incluir vivienda, tal y como ha dicho Belloch, sino una manera de acelerar la difícil compra de unos terrenos que tenían todos esos propietarios y que costó mucho poner a todos de acuerdo en un precio ventajoso para la ciudad. Belloch, con esta auténtica melonada,  no solo está alimentando la burbuja inmobiliaria, tal y como ha acusado siempre de hacerlo al PP, sino que añade más inestabilidad a los mercados inmobiliarios. Así que sólo demuestra la grave irresponsabilidad de quien aspira, de nuevo, a ser alcalde. Se ha dedicado a quitar obligaciones a los constructores de Arcosur al permitirles que, entre otras cosas,  no instalen completamente la recogida subterránea de basuras; se ha demostrado su incapacidad para vender suelo para construir vivienda protegida; no ha cumplido, ni de lejos, con el cupo establecido para Zaragoza y, ahora, lanza a la ciudadanía una nueva ocurrencia que puede arruinar, todavía más, las arcas municipales.