PP, Ciudadanos y Vox y el genocidio fascista en Zaragoza.
El último pleno del Ayuntamiento de Zaragoza rechazaba una moción para que la Corporación recurriera el sobreseimiento de la querella para la investigación de los crímenes del fascismo en la Ciudad.
El 23 de diciembre de 2015 el Grupo Municipal de CHUNTA ARAGONESISTA presentaba una moción para que se investigaran los crímenes contra la Humanidad perpetrados por los genocidas fascistas entre 1936 y 1977 en la Ciudad. Se aprobó con la abstención del PSOE (incomprensible e insultante para cualquier socialista) y Ciudadanos y el voto contrario del PP, partido fundado por exministros franquistas.
En este punto cabe recordar que CHA está adherida a las iniciativas llevadas a cabo por CEAQUA para el reconocimiento del derecho a la tutela judicial efectiva de las víctimas de los crímenes contra la Humanidad cometidos durante la dictadura franquista.
El pasado 18 de julio, la Audiencia de Zaragoza desestimaba la demanda amparándose en la ominosa Ley de Amnistía de 1977.
CHA, cuando estaba en el Congreso de los Diputados, pidió -sin éxito- la derogación de esa nefasta ley de punto final.
No obstante, creemos, en línea con el Comité de Derechos Humanos de Naciones Unidas, que estos delitos y crímenes contra la Humanidad ni prescriben ni pueden ampararse en una legislación propia.
Ausente el Alcalde buena parte del debate o sonriendo sarcásticamente cuando regresó, silente Ciudadanos, el peso de la defensa del fascismo, de sus atrocidades y del sobreseimiento de los crímenes contra la Humanidad recayó en Vox.
Es doloroso comprobar que la mayoría plenaria de Zaragoza no está en esta materia en línea con la actitud ante el fascismo y el nazismo de sus homólogos en cualquier país de la Unión Europea, es doloroso comprobar la falta de empatía ante el sufrimiento y el genocido, el desprecio a las víctimas y a sus familiares que solo piden justicia y reparación moral. No piden ni subvenciones, ni ventajas para el acceso al servicio público, ni pensiones, ni subsidios, como tienen otras víctimas de la intolerancia. Piden respeto y justicia, pero encuentran en PP, Ciudadanos y Vox desprecio e incomprensión.
Más allá de lo político o lo jurídico, su actitud es éticamente reprobable y moralmente inadmisible.
