Los transgénicos se debatirán en Zaragoza
CHA e IU presentábamos esta moción en el pleno del 1 de marzo, para luchar contra los transgénicos pero solo ha salido aprobado el primer punto, ya que solo el PSOE ha apoyado este punto. El PP ha votado los tres puntos en contra y el PSOE el segundo, el tercero y el cuarto. Este es el aprobado:
1. El pleno del Ayuntamiento de Zaragoza insta al gobierno municipal a generar un espacio para el análisis y el debate sobre la situación de los alimentos y de los cultivos transgénicos en el que esté representado el conjunto de la sociedad.
Puntos no aprobados:
2. El pleno del Ayuntamiento de Zaragoza insta al gobierno municipal a declarar el término municipal de Zaragoza como Territorio Libre de Transgénicos, e insta al Gobierno de Aragón a que realice los trámites oportunos para declarar a Aragón Territorio Libre de Transgénicos y para que se integre en la Red Europea de Regiones Libres de Transgénicos.
3. El pleno del Ayuntamiento de Zaragoza insta al Gobierno de Aragón a elaborar una normativa específica que impida la siembra, producción, contaminación, transformación y comercialización de productos agrícolas modificados genéticamente en el ámbito de nuestra comunidad, y a solicitar al gobierno central que adopte las medidas legislativas necesarias para impedir el cultivo de transgénicos.
4. El pleno del Ayuntamiento de Zaragoza insta al gobierno municipal a hacer pública la oposición de este Municipio a la liberación al medio ambiente de variedades transgénicas y a los alimentos transgénicos, así como a realizar las campañas necesarias para promover que, tanto los productores locales como los establecimientos de venta de alimentos no produzcan, sirvan o vendan alimentos manipulados genéticamente o productos derivados.
Todas las encuestas de opinión muestran el claro rechazo social hacia la introducción de los transgénicos en nuestra agricultura y alimentación. Así se confirma en la Declaración contra la introducción de los transgénicos y a favor de enfoques agrícolas sostenibles firmada por más de 450 investigadores y representantes de sindicatos, organizaciones de consumidores, de agricultores, ecologistas, y una amplia representación de la sociedad civil.
Y es un rechazo claro, porque los transgénicos suponen una grave amenaza para un modelo de agricultura y alimentación más sostenible, enfocado a producir alimentos de calidad de un modo respetuoso con el medio ambiente. Allí donde se está extendiendo el cultivo de transgénicos, la agricultura ecológica está en retroceso, ya que los agricultores ecológicos se ven indefensos ante la contaminación genética de sus cultivos, que les supone graves pérdidas económicas. Diez años después de su introducción en los mercados, las grandes promesas de los cultivos transgénicos están muy lejos de hacerse realidad. No han aumentado el rendimiento de los cultivos, ni han mejorado la calidad de los alimentos, ni benefician al medio ambiente, ni han
contribuido a solucionar el problema del hambre en el mundo. Por el contrario, en los principales países productores están apareciendo ya problemas agronómicos relacionados con este tipo de cultivos, se están agudizando los problemas ambientales como el abuso de pesticidas y empeoran las situaciones de pobreza, injusticia y exclusión social. A nivel europeo, en 1998 se paralizaron los cultivos, y se levantó esa prohibición en el 2004. En estos últimos años se están produciendo cambios.
Varios países que han desarrollado iniciativas para frenar su cultivo, Austria, Grecia, Italia, Hungría, Polonia y Francia y recientemente Luxemburgo. Sin embargo, España sigue siendo el único país de la Unión Europea que cultiva transgénicos a escala comercial. Se permite el cultivo de maíz transgénico desde 1998. Desde entonces se han cultivado en suelo español variedades como el Bt 176, y el MON 810. En 2008, por ejemplo, se han cultivado cerca de
80.000 hectáreas de esta última variedad. También se está sembrando en nuestros campos cultivos experimentales (tabaco, colza, remolacha, otros eventos de maíz, etc.). Un ejemplo es el MON8IOXNK6O3, estudiado por el Gobierno austriaco y dando como resultado problemas de fertilidad en ratones alimentados con ese maíz. Dentro de este contexto, el ayuntamiento de Zaragoza considera que con el fin de proteger nuestra cultura, nuestro medio ambiente, la economía local, una producción agraria de calidad y la salud de los ciudadanos, los municipios y territorios deben tener el derecho a decidir si los transgénicos pueden o no ser cultivados en su territorio. Es por lo tanto de gran importancia la declaración de zonas libres de transgénicos, con el objetivo de presionar para que estos cultivos sean regulados de acuerdo con el principio de precaución y el respeto al criterio y la voluntad de los ciudadanos.