La Cruz, a la vitrina
Podría haber sido una caída al transportarlo cada mes desde la mesa del señor alcalde al salón de plenos pero no, ha sido un accidente fortuito lo que ha dañado sensiblemente su estructura. Un cuadro colgado en la pared ha aterrizado sobre este bien de interés histórico-artístico al haberse desprendido uno de los enganches que lo sujetaba. Hay que ver. La cantidad de veces que CHA ha pedido al señor Belloch que guarde sus sentimientos religiosos para la intimidad y haga valer la ley (que para eso es juez) y respete el principio de laicidad que debe tener la administración pública. Nunca nos ha hecho caso ni tampoco al Movimiento hacia un Estado Laico (MHUEL) por eso resulta curioso que donde no triunfa la razón, tenga que ser la fortuna la que ponga las cosas en su sitio, a pesar de que se juegue con la seguridad de una obra de arte que pertenece al patrimonio artístico zaragozano.Y ha sido Juan Martín el que se ha dado cuenta de que junto a la ausencia del alcalde, faltaba el crucifijo.
Por eso desde CHA, le pedimos al señor alcalde que guarde LA CRUZ en la magnífica vitrina que hay en la planta noble del Ayuntamiento con el fin de que no ponga en peligro la integridad de esta obra de arte protegida por la Ley de Patrimonio (Ley de 1999). Es una vitrina en la que se muestran al público las obras de arte e insignias que ostenta Zaragoza se encuentra en la planta noble del consistorio zaragozano. Un lugar mucho más adecuado, en opinión de Chunta Aragonesista, para colocar una obra de ese calado, en lugar de colocarla en su mesa de trabajo. No queremos esperar a que el Servicio Municipal de Patrimonio Cultural evalúe los daños sufridos para que se tome ya una decisión, daños que por otra parte costará reparar y que no se hubieran producido si se hubiera guardado la cruz en la vitrina que le corresponde. Creemos que es una irresponsabilidad no proteger convenientemente una obra de arte. Mira qué casualidad que en el pleno de hoy hayan faltado tanto la Cruz, como el alcalde, aquejado de gripe. Casualidades del destino.